Wednesday, July 05, 2006

LICORES, EL SABOR DEL MESTIZAJE

El mestizaje es nuestra impronta, el crisol donde se fundió la genética de los ancestros. Y la Colonia fue el tiempo, el espacio de la fundación de ese accidente, esa circunstancia, esa realidad que somos hoy los chilenos de esta tierra larga y buena. En la Colonia no sólo se mezclaron las etnias, las sangres y los cromosomas, sino también los sabores, los de allá y los de acá, el fruto de la tierra vieja y la tierra nueva -para los de afuera-, pero muy muy vieja también para quienes marcaron su huella en ella por miles de años.
Muchos, fueron muchos aquí antes de que llegaron los advenedizos. La Colonia es fundación y fundición. Y así como van naciendo los nuevos guisos, con acopio de resabio español, indio, tal vez también con dejos africanos, también surgirán las bebidas que saciarán güergüeros resecos y ayudarán a pasar calores y penurias, embotamientos y desazones.Las parras prenderán de maravillas en los suelos del norte pedregoso y del centro que verdea con los plantíos. Habrá vino para el culto y alcanzará para todos los demases; para paliar temblores y terremotos, hambrunas y guerreos. No habrá de qué quejarse si el vino descansa en las tinajas y los destilados gotean en los alambiques.

Alcanzará no sólo para la misa, sino también para la tertulia y la fiesta. Nacerán mistelas, sorbetes, sangrías, apiaos y guindaos. Los ponches amenizarán las mesas de las celebraciones y banquetes. Frutas y destilados, frutas y aguardientes exprimirán sabores, aromas y colores para deleitar paladares y engalanar jolgorios.
Bebidas coloniales, licores del mestizaje, manjares inmemoriales.
Licores Coloniales Doña Raquel. Con el sabor del ayer.
8-5914529 raquelazocar@vtr.net raquel.azocar1@gmail.com



Cola de mono
ANCESTRAL MAGIA DE
LECHE Y DESTILADO


Leche y aguardiente han hecho un buen maridaje por casi dos centenas en Chile. La historia es larga y cuajada de mitos y anécdotas sabrosas, siempre alimentadas por el imaginario popular.
Las versiones son variadas y atractivas. Algunos dicen que este nombre tan peculiar – Cola de mono-, se debe nada más y nada menos que a las botellas del licor español Anís del mono en que se envasaba este brebaje disparatado a comienzos del siglo XIX.
Pero otros no le dan luces a esta versión y cuentan otra que tiene como protagonista al candidato presidencial Pedro Montt, quien salió derrotado - “colista” - la primera vez que se presentó como candidato a este alto cargo en 1901.
Cuenta la leyenda que los adversarios de Montt -y partidarios de Germán Riesco, el vencedor- celebraron la victoria de su candidato en una fábrica de helados de la calle San Pablo. El dueño del local, discurriendo cómo satisfacer a los contertulios, no encontró nada mejor que verter aguardiente sobre unos helados de café con leche algo derretidos. Así nacería la Cola de Montt o el Mono de Montt, esto último aludiendo al oscuro color que compartían tanto la bebida como el candidato perdedor.
Pero también hay una tercera versión que también tiene como protagonista a Pedro Montt, ya investido como presidente, luego de su segunda y exitoso intento electoral, en 1906.

Cuentan que luego de una opípara cena y baile en una casa de dudoso prestigio, don Pedro, viendo que llovía torrencialmente, decidió retirarse y pidió que le trajeran el revólver marca Colt que había dejado en custodia con la dueña de la casa. El famoso revólver no apareció (dicen que sus acompañantes lo escondieron a propósito, faltaba más...) y el Presidente decidió quedarse otro rato. Pero la comida y licores comenzaban a escasear en forma alarmante y ante tal “adversidad” uno de los contertulios tomó “al toro por las astas”, perdón, a una jarra de café con leche por las asas y le añadió con decisión de desesperado una buena botella de aguardiente que se mantenía sana y salva, aún.
Con el ánimo vivo y compuesto algunos brindaron por el Colt de Montt , el revólver culpable de que todos se quedaran más tiempo a disfrutar de tan sabroso y original brebaje. Este Colt de Montt derivaría posteriormente en el famoso Cola de mono que nos acompaña hasta nuestros días y engalana nuestras mesas, en especial durante las fiestas de fin de año.

Mezcla divina
El cola de mono tiene un cuerpo de leche, especias y aguardiente. Es invitado central en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pero su exquisitez y finura lo pueden tener de protagonista central en cualquier ocasión.
Elaborado a la antigua usanza, sólo con ingredientes de la mejor calidad (leche condensada, el mejor café y el aguardiente de mejor calidad) y sin preservantes, saborizantes ni colorantes. Esa es la propuesta del Cola de Mono Doña Raquel, beber de la mejor tradición culinaria, refrescando el paladar con una sabrosura.
Y no sólo para las fiestas de fin de año, sino para toda ocasión. Bien helado, en elegantes copas o en sencillos vasos, puede vestir celebraciones y fiestas, uniendo a jóvenes, viejos, hombres y mujeres de todos los estratos sociales. Un trago centenario, sabroso y ... democrático.
Encargue con paciencia y sin apuro, ojalá con anticipación y esmero 8-5914529 raquelazocar@vtr.net raquel.azocar1@gmail.com

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me pareció excelente la forma en que abordas un tema que pareciera ser tan sencillo pero exclusivo a la vez, además el color de fondo le entrega a este sitio la elegancia que merecen los licores, que por lo demás poseen una presentación maravillosa con detalles como la cinta en las cajas o las botellas en sí, felicitaciones.

1:37 PM  

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